Al inicio de todo proceso hay una primera visita y una valoración y en función de los resultados y datos recabados en dicha valoración se hace una devolución al paciente (o a los padres si se trata de un menor), donde queda establecido el encuadre de la terapia. Es decir, los objetivos propuestos, la duración, modalidad (on line o presencial) periodicidad y horarios de las sesiones, y los precios.
Es decir que, desde el comienzo, queda establecido y acordado con los pacientes un inicio y un final de la terapia, unos objetivos y una manera determinada de abordarlos.
Por otro lado, se puede decir que suelo trabajar en modalidad presencial, pero dependiendo de la persona y su realidad, y de la problemática a tratar, la modalidad on line puede ser totalmente viable y funcional.